jueves, 17 de julio de 2014

He cambiado. Me he vuelto más peligroso. Me he vuelto malo. Y realmente estoy dispuesto a lo que no estaba dispuesto antes. El miedo se ha vuelto un factor administrable. Antes era un sensación demasiado libre, demasiado independiente. Ya pasé de la raya que me tracé no hace mucho, pero esto ya venía siendo necesario. He terminado con el mundo. Esto no tiene ninguna emoción sensiblera. Es la verdad. Aunque haya elementos que lleven a pensar que esto es un proceso natural, como por ejemplo que ya pronto cumpliré cuarenta años, no es natural. Es el hijo de mi mente y eso ya es decir algo. Es una desición autosuficiente de mi voluntad, ajena a todo, a la materia, a la vida.
He dicho que he terminado con el mundo, pero la verdad apenas estoy empezando con él. Estoy por empezar la relación que debí tener siempre, desde el inicio.Todos saben que el mundo es una mierda. En mierda resumo lo que ya sabes: oscuro, cruel, peligroso, pedante, hambriento y caníbal. Este mundo caníbal de mierda. Todos lo saben, menos yo. La cosa es que ahora ya lo se. No aclararé la duda de como puedo tener casi cuarenta años y no haber sabido esto de primera mano. No me importa decirlo, porque esto no es para tu diversión ni entretenimiento estético. Es lo que es: un diario cualquiera. Ahora voy a actuar como cualquier otro actúa en el mundo. O peor. Porque en el fondo yo soy peor que los demás, soy peor que tú. Imagina cualquier cosa terrible que apenas pudieras hacer disfrutándola. Yo, llegado el momento, la podré hacer suma facilidad. Es parte de mi camino, de mi llegada a la plenitud. ¿Que soy yo? ¿Qué creo ser? Soy tu depredador. Te voy a hacer daño y nunca entederás porque lo hice.

Esto no es literatura. Es un diario real.